Me observa, cada dos horas me dice que coma algo… que coma, que coma, que coma… que engorde, que engorde, ESTOY GORDA desde ya. ¡Y no me deja tranquila! Hasta parece que escucha mis conversaciones por teléfono. Quiere estrujar mis tripas y reventarme de locura… se tomo licencia del trabajo para vigilarme, como cuando los carceleros vigilan a los presos. ¡¡¡Fuuuuuck!!!
Tiene la cabeza redonda y cerradita, entonces no entiende que todavía no estoy lista para comer. Cuando suba otros mugrosos kilitos más me va a empezar a decir sutilmente que estoy gorda… “Que lindo jean que tenes puesto, pero seguro que a mi me queda grande” y otras boludeses de su estilo, claro porque a ella la vida la hizo flaca y plana como una tabla (de verdad). Me cago en como no engordas comiendo vieja.
Esto es un asco, mas que nunca. Nunca en otros “intentos de recuperarme” actuó así.
NO-TENGO-HAMBRE.
Tiene la cabeza redonda y cerradita, entonces no entiende que todavía no estoy lista para comer. Cuando suba otros mugrosos kilitos más me va a empezar a decir sutilmente que estoy gorda… “Que lindo jean que tenes puesto, pero seguro que a mi me queda grande” y otras boludeses de su estilo, claro porque a ella la vida la hizo flaca y plana como una tabla (de verdad). Me cago en como no engordas comiendo vieja.
Esto es un asco, mas que nunca. Nunca en otros “intentos de recuperarme” actuó así.
NO-TENGO-HAMBRE.