Waaw! Hace mucho que no me pasaba por acá. Es que en mi casa se decidió por ponerle una clave a WiFi, por consecuencia y casualmente, mi compu no me pide la clave y no la puedo configurar para conectarme con un poco de privacidad. La puta madre. Y en la compu que usan todos en mi casa… bueno, cada ves que me paso por ahí mi vieja se dispone a caminar detrás de mí como una boluda y que va, y que viene.
Estoy podrida, ya subí mucho de peso. ¡Waaj! Soy un verdadero asco. Todo problema mío se acelera cuando empiezo a comer y subo de peso. No me gusta bañarme, cambiarme de ropa, mirarme al espejo y lo único que soy capas de usar es joggins. ShhhiiiT. Si, ya sé, me estoy regocijando mucho en mi locura.
Hace algunas semanas (es una mierda contarlas) estoy con psiquiatra, psicóloga, clínica y ya empiezan a presionarme con una nutricionista; más que nada mi mamá y la medica colorada de la nunca recuerdo el nombre y siempre le agradezco que no tenga la balanza para pesarme… me NIEGO a pesarme, no me importa que no me digan mi peso, ni sedada.
¡Quiero laxantes! ¡Por favor! Los necesito… mi vieja solo esta de acuerdo en que coma frutas y toda bola así para tener digestión, y solamente me recuerda que yo sola me jodí así mi organismo. Bien, y qué. Antes que eso se había resignado a comprarme vaselina liquida (un aceite asquerosísimo), pero fue una mala idea después de que me tome un frasco de medio litro en una sola tarde… no sé cómo pude, esa cosa es asquerosa. Después mi mamá se lo contó a mi médica, la colorada, ella se lo contó a mi psicóloga, y después llegó a mi psiquiatra… y se abalanzaron todas encima de mí. Lo único que agradezco es que todavía no me ganan batalla a la hora de pesarme. ¡Gracias!
Advierto… “No, no es mi cuerpo el que anda mal, es mi cerebro primitivo”
(Superuva)